000 01678nam a2200337Ia 4500
008 210312s9999||||xx |||||||||||||| ||und||
040 _aIMDF
040 _bspa
040 _cSemujeres CDMX
041 _bspa
082 _a321.8,C96,1
100 _aWoldenberg, José
_97375
245 _aPrincipios y valores de la democracia
260 _aMéxico
260 _bInstituto Federal Electoral
260 _c2012
300 _a51 p.
490 _aCuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática
490 _v1
650 _aCIUDADANIA
650 _aDEMOCRACIA
_93
650 _aGOBERNABILIDAD
_96232
650 _aIGUALDAD
_936
650 _aMEXICO
650 _aPLURALISMO
_91202
650 _aPOLITIC A
_97376
650 _aTOLERANCIA
_91739
942 _cDC
999 _c20588
_d20588
520 _aCuando se participa en los complicados procedimientos de la democracia moderna no siempre resulta claro el sentido de los mismos. Se observan las campañas de los partidos y sus candidatos, se escuchan sus discursos, sus propuestas y sus debates, se asiste a las casillas, se vota, y eventualmente se siguen los procesos de cómputo, las impugnaciones y la calificación de los comicios. Todo ello permite tener un conocimiento más o menos aproximado de las reglas del juego democrático codificadas en las leyes electorales, así como formarse una opinión acerca de su buen o mal funcionamiento. No obstante, la propia complejidad de los procedimientos mencionados y la propia intensidad que con frecuencia adquieren las competencias partidistas, en ocasiones tienden a oscurecer los principios y valores básicos en que se sustenta la propia democracia