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041 _aspa
082 _aPDF-890
100 _aRosso, Nadia
_95402
245 _aLas lesbianas no somos mujeres ¿o sí?
260 _a[S.l.]
260 _bLa Crítica
260 _c2016
300 _a7 p.
505 _aNota: Ponencia presentada en el II Coloquio de Letras Diversas de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, marzo de 2016.-- EN: La Crítica. abril 14, 2016.-- Archivo digital.
520 _aSi en algo nos hemos puesto de acuerdo –en cierta medida- los feminismos, es que ser mujer definitivamente no es una condición biológica. Dicho de modo más llano, no depende ni de genitales, ni de hormonas. ser mujer es algo que aprendemos desde que nacemos. Se basa, sí, en un diagnóstico médico, pero se constituye por todo lo que deriva de ese diagnóstico. Y como diría la teoría lesbofeminista, ese diagnóstico no tendría sentido alguno si no sirviera a algo en el sistema: en este caso, diagnosticar -y así construir- dos géneros, asignarles papeles rígidos y subordinar uno al otro, sirve para sustentar el poder -sobre todo económico, pero no únicamente-. Las feministas, no cuestionan que la heterosexualidad sea natural. Naturalizar un discurso que sustenta el poder no es un mecanismo nuevo: se ha hecho con el patriarcado –mujeres débiles- el racismo –afros inferiores- etc. El discurso heterosexual, erigido como incuestionable, permite que siga conservándose el sustento de las sociedades capitalistas modernas: el trabajo no remunerado de las mujeres y su obligación para la reproducción humana; es decir, la heterosexualidad obligatoria.
650 _aFEMINISMO
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