Bordeando la violencia contra las mujeres en la Frontera Norte de México

Es un libro que nace de una intención feminista comprometida intelectual y éticamente para el abordaje de fenómenos sociales que limitan, obstaculizan y detienen el avance y desarrollo de las mujeres en la frontera norte de México, en la región que comprende las ciudades estadounidenses de Las Cruces, Nuevo México y El Paso, Texas, además de la mexicana, Ciudad Juárez, Chihuahua. No es que no sea vigente; tan vigente es que cuando uno lee los textos no se percata de cuándo fueron escritos. El libro se compone de ocho capítulos con análisis teóricos sobre la problemática de la mujer respecto a la violencia de género, la violencia doméstica, el feminismo, y el feminicidio, las formas de participación política de las mujeres entre otros temas. Los otros son el grupo de familiares de las víctimas del feminicidio en Ciudad Juárez, y por tanto los que sufren, y el yo representado por los grupos hegemónicos de la ciudad y que, por ende, son los que no sufren. Uno y otro grupo, dice Monárrez, “están divididos por clases sociales”. El texto describe la lucha de las/os familiares de las víctimas en su búsqueda de justicia, los esfuerzos gubernamentales para dividir a los grupos derechohumanistas y la cooptación que el gobierno hizo de líderes que de la noche a la mañana pasaron de ser feroces defensoras de las madres de las víctimas a expertas contadoras para quien lo importante ya no era el dolor y la justicia, sino dejar en claro que “no eran tantas las muertas”. Esto nos lleva a otro tema interesante: la imagen de la ciudad.