Activismo académico feminista : paradojas y dilemas

El 3 de noviembre de 2019 tuvo lugar una de las tomas más representativas de los movimientos estudiantiles en México. Las Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras (MOFFYL) tomaron las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras del 3 de noviembre al 14 de abril de 2020. Denunciaban el hostigamiento y acoso por parte de estudiantes y personal docente. Después de esta toma, siguieron las de otros 33 planteles de la UNAM (incluyendo preparatorias, los CCH y facultades, algunas duraron un sólo día. La universidad pública nos invita a diferentes formas de habitarla. Los grupos de mujeres activistas, las MOFFYL entre otros, se crearon en este espacio académico-frontera con la activación de urgencias sociales. Su formación como colectiva feminista sucedió en el aula, en los pasillos, en los jardines, con los textos asignados en las aulas, entre el activismo y la academia. A la toma de las instalaciones universitarias le siguió la pandemia: al reto de terminar con la violencia de género se le sumó la COVID-19. Se deben normar los comportamientos inadecuados y vigilar el cumplimiento de protocolos contra la violencia de género. En la Facultad ya se trabaja en conjunto, se incorporaron y transformaron legislaciones para atender a mujeres y personas sexualmente diversas, sus demandas y la reparación de tanto daño. Se está construyendo un nuevo mapa para reinventar un activismo, un espacio urbano, un tejido universitario, un modo de estar y ser representadas de modo que ser mujer no cueste la vida.