Derecho a la identidad de género de niñas, niños y adolescentes. Elementos para comprender y decidir

La identidad va más allá del nombre, nacionalidad y otras características inherentes a cada persona. La percepción de quién se es y de qué modo se quiere ser visto por los demás respecto a su género, independientemente del sexo y género asignado al nacer, no es un proceso lineal ni generalizado; por el contrario, es un proceso que evoluciona y requiere de un análisis que tenga como eje el interés superior de niñas, niños y adolescentes y la integralidad de los derechos. 2006 fue un año clave en el reconocimiento de derechos de las personas trans, tanto en el mundo como en Argentina. Ese año los Principios de Yogyakarta fueron redactados por un grupo de especialistas. La Ley de Identidad de Género fue promulgada en mayo de 2012 en Argentina. En 2014 en Dinamarca; la Ciudad de México, Malta, Colombia e Irlanda en 2015 y recientemente Noruega en 2016. Los organismos en donde se gestiona la impartición de justicia son factores decisivos para el rumbo que deben tomar las políticas públicas en materia de registro de sexo o identidad de género. Es necesario que quienes tengan a su cargo la difícil tarea de decidir sobre la vida de otras personas, puedan emitir fallos apegados a los marcos jurídicos nacional e internacional en materia de derechos humanos, y que consideren la aplicación de principios universales con perspectiva de género.