Muerte en el bosque
- México: Fondo de Cultura Económica, 2020.
- 106 p.
- Colección 21 para el 21 .
Los cuentos de la autora además de que nos asoman a procesos mentales donde prevalecen la amenaza, la locura y el miedo, las y los protagonistas siempre son víctimas, sea de una amenaza perceptible o indescifrable; se topan con un terror que no es sobrenatural, sino que está en los pasillos y habitaciones de personas comunes y corrientes. Ruidos de pasos y respiraciones, un espejo impenetrable, dos gatos atroces, un monstruo que te posee y golpea cada noche, la visita de un señor de negro o un tiempo desarticulado se ciernen sobre ellos. En sus relatos aborda también temas de las diferencias de clase, la violencia hacia las mujeres, lo complicado de las relaciones personales, matrimonios asfixiados por la rutina, novias que no llegan al altar, sobrinas que traicionan a sus tías, hijas prisioneras en la casa familiar, entre otros. Los cuentos transcurren en espacios cerrados y lúgubres. En Muerte en el bosque, un hombre siente que se asfixia en su casa, su esposa acumula toda clase de cosas, él cree que cobrarán vida y se echarán sobre él. Buscando un nuevo lugar donde vivir, desde una azotea mira el bosque; primero se imagina ser un árbol enraizado sin moverse más, sin poder oir sus propios pensamientos, solo el canto de las aves. Enseguida piensa en que las hojas se le caerán, en el viento, la lluvia, los leñadores, en el cuerpo mutilado y en su familia que pasa por donde él está sin reconocerlo, sin que lo puedan escuchar, él ahí clavado en la tierra, enmudecido para siempre.