Mi vida
- Madrid: Tribuna Feminista ; Editorial Debate, 1980.
Isadora ha sido considerada creadora de la danza moderna. Fue desde su adolescencia, enemiga del matrimonio, partidaria del divorcio y la emancipación de la mujer; pero esto no le impidió entregarse de lleno a la experiencia de la maternidad, que la apartó temporalmente del camino del arte y del amor. Sus hijos, siendo niños murieron en un accidente de auto en París. Vivió desde muy pequeña con su madre y sus hermanos en gran pobreza. A los seis años inició a dar clases de baile y a los diez, sus clases eran tan numerosas que le parecía inútil acudir a la escuela. Isabel, su hermana que había sido educada por su abuela, llegó a ayudar a dar las clases en San Francisco. Isadora siempre creyó que el éxito estaba en otro lugar, por lo que se mudaron a Nueva York, donde bailaba con la música de Ethelbert Nevin, y a quien cautivó con su danza. Después a Londres donde a veces conseguía presentaciones y otras veces no tenían dinero para el alquiler ni para comer. En los museos estudiaba la danza y la literatura antigua, con su hermana Isabel y su hermano Raimundo. Estableció escuelas de danza en Berlín y en París. A los 38 años de edad, ya había alcanzado fama en Europa. Su vida íntima fue tan poco convencional, como su arte. Murió trágicamente por estrangulamiento a los 50 años de edad, llevaba una chalina larga al cuello, que se enredó en la llanta del coche en que viajaba. Isadora narra su biografía de tal forma que invita a continuar la lectura para conocer su azarosa y extraordinaria vida.