La revolución darwiniana

Aunque la teoría de la evolución de las especies formó parte de las grandes revoluciones científicas de los siglos XIX y XX, hoy día continúa sometida a escrutinio público, y a la falta de consenso entre la comunidad científica respecto a la pertinencia y vigencia de algunos de sus postulados. Antes del uso y la connotación negativa que tomarían algunos de ellos, ésta teoría atentó contra los intereses de instituciones y grupos eclesiásticos, al plantear un origen de las especies que se desmarcaba de aquel que tenía connotaciones divinas. Años más tarde se convertiría en una teoría poco menos que revolucionaria, que dio origen a ideologías supremacistas encubiertas tras el velo científico, tal es el caso del darwinismo social, que dio origen a miles de esterilizaciones forzadas en Estados Unidos y Alemania, a causa del racismo. A partir de esa teoría, se postuló que algunas especies tienden a ser más fuertes, o más resistentes al cambio, que otras. Para el caso de los seres humanos, se transformó en ideología en cuanto se difundió la interpretación de que algunos humanos poseían ciertas características, que les hacían superiores física e intelectualmente a otros. Así, la ideología de la expansión colonial se justificaba en la necesidad de que los poderes imperiales extendieran su dominio sobre algunos pueblos menos dotados por la naturaleza evolutiva para civilizarlos. Estas y otras controversias sobre la vida y obra de Charles Darwin, son las que pone sobre la mesa el autor, en esta invitación a repensar una de las teorías científicas más populares en la historia de la humanidad, y su impacto en el orden político y social.