Yuderkys Espinosa. Una lectura cruzada

Yuderkys Espinosa señala que tratar la experiencia como un archivo implica investigar nuestra memoria colectiva. No como una secuencia de accidentes, ya que el olvido es también una acción colectiva, nada casual, que responde a su propia política. En este sentido la experiencia del feminismo construye proyectos de mundo, como dice la autora: "Toda acción se fundamenta en interpretaciones del mundo que a la vez son prescriptivas del mundo". Un elemento central de esta política hegemónica es la construcción de un sujeto universal de lucha que responde a los lugares de poder racistas y coloniales. También pone la labor central del ejercicio genealógico que propone está más interesada en mostrar los" antagonismos, los dilemas, los juegos de poder" que en buscar lo que unifica. La propuesta de Yuderkys de buscar en nosotras cómo se reproducen los hilos de esta razón moderna eurocéntrica hace pensar en la importancia de habitar los lugares de incomodidad, un sentimiento esencial para transitar el camino no tan pacífico de la transformación social. Pienso en lo crucial que es crear coraje para permanecer en la incomodidad y en cómo sin ella no hay músculos en transformación, es decir, no hay estiramiento. Que sea una incomodidad colectiva para estirar juntas y desvelar los nudos de este cuerpo colectivo, confuso y poderoso. Las autoras ensayan un tipo de escritura no tan totalmente capturada por el formato académico habitual, retoman de otras, incluida las lecturas reparativas que se mueven por los terrenos de la experimentación la afectividad, el placer y la ética. Les parece acertado hablar de un feminismo de los cuartos propios este feminismo sigue caminos muy diferentes a los de un feminismo que reivindica la diversidad de la experiencia como eje conductor de la práctica.