Cultura pop : miradas en el género

Los personajes femeninos son creados a partir de las fantasías, las ideas, las concepciones, las iras y los deseos de la masculinidad; y sirven para el propósito de lo masculino tanto fuera como dentro de la película. El síndrome que suelen sufrir los personajes femeninos al estar bajo la mirada masculina es el de la mujer en la nevera, que ocurre cuando alguna mujer debe morir o ser lesionada para motivar al protagonista masculino a superarse y triunfar. El cine ha plasmado, desde sus inicios, las ideologías imperantes y, en este caso particular, coincide y conserva estereotipos de género, olvidando que las mujeres son capaces de protagonizar y accionar en el mundo mientras las rezaga al plano de lo visual. Para la male gaze, ellas son sexo y fantasía masculina, nada más. El mandato de género dicta que las mujeres deben ofrecer una imagen que, aunque sea inalcanzable en la cotidianidad provoque deseo y complazca la mirada masculina que se posa en ella. Esta imagen asentada en el deseo cosifica a las mujeres; para el público masculino las convierte en un objeto que puede utilizarse y desecharse, y para el público femenino se vuelve statu quo y la naturalización de un ideal producido por medios capitalistas y androcentristas. En respuesta a este problema, las mujeres feministas de la segunda ola crearon nuevas formas artísticas, con personajes femeninos que representaran la complejidad de las mujeres dentro de medios como el cine y la literatura. La female gaze busca presentar personajes creados desde la conciencia de una mirada que busca romper con el androcentrismo que influencia al cine; permite que el mundo se expanda y que se incluyan las historias de todas aquellas personas relegadas por el patriarcado blanco e intenta mostrar su complejidad sin importar su sexo, género, raza, clase u orientación sexual. Es así como logra crear personajes completos y complejos.