Haciéndonos visibles: mujeres, ambiente y cambio climático

La crisis ambiental que se padece tiene que ver no solamente con la sobreexplotación de los recursos naturales, con la contaminación, la deforestación y los riesgos ambientales, sino con una larga historia de exclusión de las mujeres y con formas desiguales del ejercicio del poder. Entre las desigualdades encontramos: la falta de acceso al agua en cantidad y calidad adecuadas, el derecho a la tierra, la migración y las políticas ambientales. El cambio climático tiene mucho que ver con la forma de vivir, de pensar y de actuar. La forma de pensar separada y arriba de la naturaleza, y que son recursos que están disponibles, ha llevado a una serie de crisis: crisis financiera, energética, alimentaria y climática. Las personas son la única especie capaz de poner en peligro e incluso destruir los ecosistemas de los cuales también son parte y de los que dependen para su existencia; del mismo modo que se tiene el poder destructor, también se tiene el poder de cuidar, valorar y preservar los ecosistemas. También existe una relación muy estrecha entre salud sexual y reproductiva y ambiente, esto se debe a que las mujeres del mismo modo que no tienen poder de decisión sobre los recursos naturales, tampoco lo tienen con respecto a su cuerpo y la vivencia de su sexualidad. Mejorar la educación de las mujeres, informarlas y darles a conocer sus derechos sexuales y reproductivos es el primer paso para construir relaciones más justas. La única economía viable para la humanidad es una que se desenvuelva en armonía con la economía de la Tierra. Una eco-economía, por lo que se debe enfrentar la tarea de reinventar y reestructurar la manera de vivir que esté en armonía con el resto de la comunidad de la tierra.