Memorias: VI encuentro feminista latinoamericano y del Caribe coordinación, edición y revisión, María Teresa Blandón

Puede también llamarse el encuentro de la diversidad, se compartieron múltiples tendencias que a través de heterogéneos debates, presentaciones e intercambios buscaron fundamentar, sustentar y profundizar sus postulados. Tiene particular significado la irrupción de Centroamérica como un polo de referencia político y con ello la emergencia de nuevos elementos discursivos y prácticos; hecho que llegó a poner a prueba la aplicación concreta de la unidad en la diversidad sustentada por las feministas, y que desafió la predominancia de los países que tienen una mayor trayectoria, en términos cuantitativos, quienes de alguna manera, han definido también los parámetros conceptuales del feminismo regional. De cada uno de los temas trabajados en el encuentro: feministas en partidos políticos, violencia doméstica y sexual, racismo, ecofeminismo, deuda externa, diversidad, mujeres rurales, inmigración, prostitución, medios de comunicación, tribunal de violaciones a los derechos humanos, políticas de población y mirando hacia Beijing, se presentan propuestas, conclusiones, críticas y recomendaciones. Rose Mary Madden apuntó un nudo fundamental de los feminismos centroamericanos, tanto en la teoría como en el quehacer político cotidiano: el reconocimiento de las preferencias sexuales y la crítica a la norma heterosexual impuesta. Se reafirmó repetidamente que la unidad del movimiento feminista no debe en ningún caso sustentarse sobre la negación de las diferencias. Las reflexiones del movimiento lésbico -acerca de la lesbofobia internalizada por las feministas heterosexuales y la heterofobia existente en las lesbianas, así como la posibilidad de alianzas explícitas entre uno y otro movimiento en la región- pueden abrir puertas a una construcción feminista más integradora de la diversidad.