Dos décadas de educar en sexualidad: la experiencia de Afluentes, S. C.

Para garantizar el bienestar social de todos y todas, la educación sexual se torna un saber crucial para lograr la autonomía de mujeres y hombres, porque la sexualidad está vinculada con la satisfacción de los deseos, con el plan de vida y con el ejercicio de las libertades. Para poder juzgar como favorable cada uno de los episodios de la vida, desde la primera infancia y por toda la vida, es imprescindible dar lugar y circunstancia a las expresiones de la vida sexual. Se trata de un saber que puede contribuir significativamente a la felicidad y al plan de vida, o ser una barrera al desarrollo cuando no se aborda con base en el conocimiento científico y en el marco de los derechos humanos.